sábado, 2 de agosto de 2008

La edad de oro del deporte español (1)


Recupero el blog después de muchísimos meses sin actualizarlo, y es que la ocasión lo merece. Qué mejor momento para tener un blog sobre deportes que este en el que todos nuestros deportistas arrasan en cada una de las competiciones en las que participan.

El ejemplo más sonado sin duda ha sido la victoria en la Eurocopa de fútbol. Tras tantas decepciones llegaba el momento de que dos o incluso tres generaciones de españoles (entre las que me incluyo) que nunca habíamos visto ganar nada a la selección absoluta disfrutáramos de la alegría que países como Italia, Francia o por supuesto Brasil están acostumbrados a vivir. Y además de que manera la pudimos disfrutar. El juego de la selección fue apabullante ante cualquiera de los rivales que se pusieran por delante. Solo se sufrió el día de Italia, el fatídico partido de cuartos. Nos plantábamos ahí después de 3 victorias bastante claras en la primera fase, pero la afición no las tenia todas consigo.

A pesar del famoso cántico de “el día 22, Italia dice adiós” planeaba sobre el ambiente esa sensación de que habíamos llegado hasta nuestro techo, y mas teniendo enfrente a la campeona del mundo. La realidad fue otra. A pesar del empate a 0 en los 120 minutos de juego el baño de España a los azzurri fue incontestable. Solo un tiro a bocajarro de Camoranesi que “el Santo” sacó como solo él sabe nos hizo pasar miedo durante el partido, porque el miedo de verdad llegaría después. Estábamos otra vez delante de nuestra bestia negra: una tanda de penaltis en el partido de cuartos el día 22 de junio, el mismo día que en el año 86 nos dejo fuera ante Bélgica, en el 96 ante Inglaterra y en el 2002 ante Corea. Pero esta vez no podía volver a pasar, porque este grupo de jugadores estaba compuesto por ganadores que no pensaban en la historia mientras jugaban porque ya sabían lo que era ganar y ser importantes en sus equipos desde muy jóvenes. El autor del penalti definitivo lo dijo tras el partido: “Nosotros no hemos venido aquí a pasar de cuartos, hemos venido a ganar la Eurocopa”. Y se ganó.

Fue la victoria de la unidad y de la amistad, algo que Pepu Hernández siempre dijo que fue la clave de la victoria en el Mundial de Baloncesto de 2006, la victoria del buen fútbol tras la racanería de 4 años antes y la victoria del mejor equipo del torneo, cosa que no siempre pasa. Pero sobre todo fue la victoria de Luis Aragonés, un hombre que tras años y años de carrera sin grandes recompensas recogía los frutos del trabajo de toda una vida. Se lo merecía sin duda después de todo lo que tuvo que soportar durante casi 2 años por la decisión de dejar fuera al icono del fútbol español. A pesar de la presión mantuvo sus ideas siempre, y al final se salió con la suya, y yo que me alegro. Ojalá que tenga mucha suerte en Turquía.

1 comentario:

Anónimo dijo...

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